He
decidido, después de mucho meditar durante innumerables noches en vela a causa
de la asquerosa ola de calor que ha asolado nuestro país, que este curso
(comenzando el día 1 de Septiembre de 2012 y finalizando el día 1 de Septiembre
de 2013) no voy a ver ni un solo trailer.
La
razón que me lleva a hacer esto es bastante simple: quiero comprobar si existe ese
“factor sorpresa” que mucha gente
defiende y si es cierto que las películas pueden llegar a gustar más en el caso
de que no se vean los avances publicitarios (por esa estupidez de que si ves
los trailers “llegas a la sala del cine
sabiendo lo que va a ocurrir”).
Sí,
sí, sí: es una estupidez. Ya lo medité en otra entrada de esta sección: es
imposible que se sepa qué es todo lo que va a ocurrir en una película si ves el
trailer de antemano a no ser que goces de un superpoder supremo (que viva la
reiteración) que te permita leer entre fotogramas. Bah, seguiría hablando de
ese tema pero suelo convertirme en una persona bastante agresiva cuando lo hago
así que mejor prescindo de ello.
En
fin, de vuelta a EL RETO:
Este
año voy a estar especialmente insoportable porque los trailers componen una
grandísima proporción de mi tiempo libre/de entretenimiento: me encanta llegar
a casa de la facultad, encender el ordenador (bueno, rectifico: abrir la tapa
del ordenador, ya que siempre me lo dejo encendido – sí, soy así de dejado ¿y
qué?) y contemplar en maravillosas páginas de internet como TrailerAddict o YouTube avances de películas, series y películas y series y…
películas. Suelo sumirme en un estado de relax
absoluto encerrándome en un mundo de abrumadora paz y tranquilidad gracias a
mis maravillosos cascos (que en realidad no se parecen ni por asomo a los
lujosos beats) que de ser
interrumpida puede desatar una conducta excesivamente corrosiva y denbjsafgrraddaable.
Así
que, sin esos momentos de tranquilidad suprema, Jerry estará de peor humor y se
dedicará a maldecir el día en el que decidió sumarse a este reto para demostar
a muchos incrédulos que el arte de los trailers es una efectivísima arma
publicitaria muy placentera que consigue enamorar al espectador antes de ver la
película (aunque, también sean armas de doble filo por ese conjunto de ¿novatos?
que no han aprendido a no crearse expectativas ante ciertas películas cuyos
trailers resultan más que efectivos).
¡Benditos Trailers! Por ello gozará de
una actividad superior este año con entradas en las que me dedicaré a,
simplemente, especular acerca del contenido de distintos trailers y cosas así
que tanto me gustan.
Establezco
una serie de normas para que todos los que queráis podáis controlarme - si así
lo deseáis - y tengáis a vuestra disposición el reglamento por escrito (para
contradecirme y esas cosas que tanto gustan):
- Regla Número 1: queda absolutamente
prohibido ver cualquier tipo de trailer (Spot de Tv, Trailer Cinematográfico,
Teaser trailer, etc) de cualquier película que Jerry no haya visualizado. Esto
implica que estará permitido ver dichos anuncios una vez se haya visto la película en cuestión.
- Regla Número 2: queda absolutamente
prohibido ver cualquier avance publicitario de cualquier serie de televisión (ya
sea el anuncio de una nueva temporada o de un upcoming episode). Estará
permitido verlo una vez haya sido emitido y visualizado el episodio.
-
Regla Número 3: en caso de acudir al
cine y llegar antes de que los trailers sean proyectados (100% de las veces),
Jerry no tendrá permitido visualizar dichos cortos aunque sí podrá escuchar su
audio. Esto supone que los acompañantes que vayan con él se cercioren (si
quieren) de que Jerry tenga los ojos cerrados.
-
Regla Número 4: en el caso de que
Jerry vea cualquier tipo de trailer de forma intencionada, éste deberá
confesarlo (lo haré) y el castigo consistirá en un mes entero sin acudir al
cine (RIP).
-
Regla Número 5: el día 1 de
Septiembre del año 2013, Jerry podrá volver a ver sus amados trailers.
Que
la suerte me acompañe.
Jerry
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