martes, 4 de septiembre de 2012

Martes Criticón: El Legado de Bourne


Antes de verano me sometí a un maratón de las películas de mi agente secreto favorito en vistas al estreno de El Legado de Bourne; una pseudo-secuela firmada por Tony Gilroy, guionista de las tres predecesoras cintas de la saga.

Al enterarme de que iban a hacer una película más de esta saga sin Matt Damon y/o Paul Greengrass, me enfadé bastante. Sin embargo, después de ver el trailer pensé que quizás esta secuela no sería tan mala – además de que parecía que iba a haber muchos guiños a las anteriores entregas y de que el director era el guionista de las otras tres.

Nada más lejos de la realidad.

● Año: 2012
● Director: Tony Gilroy
● Cast: Jeremy Renner, Edward Norton, Rachel Weisz, Donna Murphy
● Música: James Newton Howard
● Duración: 135min.


En El Legado de Bourne, película que transcurre en la misma línea temporal que El Ultimátum de Bourne, se nos presenta a Aaron Cross (Jeremy Renner), un sujeto que forma parte de un programa secreto de la CIA llamado operación Outcome cuya finalidad es la de formar a soldados física e intelectualmente brillantes a través de la consumición de unas pastillas que, en cierto modo, mutan algunos genes de los sujetos. Sin embargo, las acciones de Jason Bourne sobre las operaciones Treadstone y BlackBriar ponen en peligro el secretismo de este otro programa, por lo que los mandamases de la CIA (entre ellos Edward Norton) deciden borrar del mapa todo lo relacionado con él.

Aquí es donde entraría también la Dr. Martha Shearing (Rachel Weisz), una especialista en bioquímica y genética humana que trabaja en el programa y que sobrevive al ataque del llamemos “sicario” de los mandamases. Juntos, Martha y Aaron deberán eludir, tal y como hizo Jason Bourne, al despliegue de fuerzas que la CIA mandará contra ellos.


Aunque la trama parezca bastante interesante y el nombre del filme prometa un trepidante guión lleno de persecuciones, luchas cuerpo a cuerpo e inteligencia desorbitada por parte del protagonista (aspectos clave de la saga Bourne de los que disfrutamos en anteriores entregas como El Caso y El Mito), El Legado de Bourne opta por unos 70 minutos de “introducción a la trama” bastante prescindibles (todo lo que nos muestra en ellos se nos puede contar en mucho menos tiempo) en los que no podemos ver por ningún lado ni un mísero rastro del que presumen “legado” que nos dejaron Damon y Greengrass.

Y es este pequeño desliz en el guión, con aspiraciones astronómicas a parecer interesantísimo (a pesar del aire ficticio que hay sobre él), el que provoca que nuestro interés vaya decayendo conforme avanza la trama. Las escenas que se nos presentaron en el trailer como intensísimas están fatalmente explotadas y nos hacen sentir que estamos viviendo un deja vu por su extremo parecido a escenas de acción normales y corrientes de cualquier película de acción normal y corriente (que viva la reiteración).


Cuando ya consideras que todo está perdido, los protagonistas llegan a Manila y ahí sí que el espectador comienza a palpar al verdadero Bourne. Pero, a pesar de la espectacular persecución automovilística del final, todo lo anterior hace que nos parezca que la calidad del filme deja bastante que desear (algo que se confirma con el desenlace: ¿en qué demonios estaba pensando Gilroy al meter con calzador esos últimos 6 minutos?).

A mí me prometieron “un nuevo Bourne” efectivo, mortífero e inteligente y en su lugar me ofrecen un débil y poco convincente héroe del que no sentimos admiración alguna (al contrario de lo que pasaba con Matt Damon) sino verdadera lástima (“ay pobrecillo” – comentaban los espectadores a lo largo del filme). Me prometieron una trama a la altura de las anteriores y, en su lugar, me presenta una cuyo problema fundamental son unos vídeos que han llegado a YouTube. Me prometieron guiños a las películas de Greengrass y estos pasan más desapercibidos que el propio Edward Norton con sus flashbacks sensibleros.


Y, después de que veas todas las promesas tiradas a la basura, al final del filme Tony Gilroy opta por presentarnos la mítica Extreme Ways de Moby: un detalle que, qué queréis que os diga, me pareció una ofensa hacia la saga Bourne. Este “legado” no se merece semejante canción. No se merece ni el título de “legado”.

Simplemente no lo merece.

●Te gustará si: te gustan las películas de acción y no has visto las anteriores entregas de la saga.

● No te gustará si: conoces la calidad que alcanzaron las anteriores películas de la saga Bourne.

Jerry

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