martes, 11 de septiembre de 2012

Martes Criticón: United 93




Hoy es un día en el que, inevitablemente, todos nos acordamos de un evento histórico que sacudió los cimientos de la historia de Estados Unidos y, probablemente, del mundo entero. No hay persona de mi edad (que yo conozca) que no sepa qué estaba haciendo exactamente cuando se enteró de que en las Torres Gemelas de Nueva York habían chocado dos aviones y de que el Péntagono también había sido atacado.

Sin embargo, resulta un tanto desolador que sólo se tenga en cuenta lo que sucedió en el World Trade Center y en el Pentágono, y no lo que un grupo de pasajeros a bordo de otro avión secuestrado consiguió. Toda esa gente (héroes hechos y derechos) iban a bordo del vuelo 93 de United Airlines con destino San Francisco y su avión tenía como misión el estrellarse contra otro edificio emblemático de Estados Unidos: el Capitolio. Sin embargo, dicho avión nunca llegó a su destino.

United 93 cuenta esta historia.



● Año: 2006
● Director: Paul Greengrass
● Cast:
● Música: John Powell
● Nominaciones a los Óscar: Mejor Director (Nominado), Mejor Edición (Nominado).
● Duración: 111min.

Mucha gente antes de ver esta película puede pensar que se trata de un producto americano más cuyo único objetivo es concienciar a la gente acerca de la amenaza que se cernía sobre Estados Unidos y en cierto modo justificar la guerra y, ya de paso, mostrar un poco de heroísmo americano al resto del mundo. Pero esto no es así.

Paul Greengrass se atreve con lo que nadie se ha atrevido y nos presenta un frío y objetivo filme carente de melodrama americano que narra los eventos que tuvieron lugar aquella terrorífica mañana de Septiembre.



Lo importante de esta película, a parte de su brillante y conmovedora calidad cinematográfica, es su realización. Cuando vi el filme por primera vez, me quedé tan sumamente trastocado que, a la mañana siguiente, tuve que volver a verla y, en mi búsqueda por más material relacionado con esta catastrófica historia, encontré un documental en el DVD que contaba la historia de cómo se rodó la película. Y mi admiración por Paul Greengrass se multiplicó por siete.

Greengrass, junto con los productores de la película, decidieron que para que la película constase de realismo puro y duro, debían entrar en contacto con las familias de los pasajeros del avión y los actores debían entrevistarse y pasar un día entero con ellos. Esto le daría un toque sumamente conmovedor y humano a la película, pero, desgraciadamente, tampoco podía aportar muchos datos acerca de lo que hicieron en el avión (salvo, obviamente, las llamadas telefónicas que se hicieron durante el vuelo).


Entonces se les ocurrió otra idea brillante: muchos de los personajes que aparecen en la película podrían estar interpretados por ellos mismos. Y así fue como Ben Sliney, director de operaciones de la administración federal de aviación, entró en la película, al igual que otros muchos controladores aéreos y oficiales presentes durante esa fatídica jornada laboral. Todos ellos actuarían tal y como lo hicieron aquel día.

Por si aún no os pareciese que el director y productores de United 93 demostraron ser bastante inteligentes, el conjunto del reparto que interpretaba a los cuatro terroristas estuvo alojado en un hotel distinto al del resto para que así las interpretaciones de todos los pasajeros del avión (que, a su vez, no se vieron hasta el primer día de rodaje) fuesen más convincentes.


Como decía uno de los familiares después de la privilegiada proyección a la que Greengrass les invitó antes del estreno del filme, la película ni cae en el ineficaz dramatismo ni intenta que veamos a los personajes como pobres víctimas. Si United 93 peca de algo es de realismo, porque todo lo que ocurre es tan sumamente real que te sobrecoge el corazón y lo estruja haciendo que incontrolables lágrimas nublen tu vista ante un despliegue de realidades que mucha gente, desgraciadamente, desconoce.

Y lo peor de todo esto no es que los desconocidos actores lleven a cabo un trabajo increíble, ni que Greengrass eleve a la enésima potencia su calidad como director, ni que la simplísima y casi imperceptible BSO consiga arrancarte de cuajo unas lágrimas de más. Lo peor de todo es que, a pesar de que sabes perfectamente cómo va a terminar el filme, la película te mantiene en el filo de la butaca.

Lo peor de todo es que, a pesar de que sabes cómo va a terminar, uno tiene la esperanza de que estos increíblemente valientes pasajeros consigan llevar a cabo su heroico plan.

Y digo “peor”, porque nada bueno puede calificar a esta historia.

Siento haberme excedido un poco con esta crítica, pero sinceramente creo que lo merece.

Brillante película.

●Te gustará si: la ves como método de concienciación de lo que sucedió aquel 11 de Septiembre o si, simple y tristemente, sólo pretendes disfrutar de una película excelente cargada de intriga y emoción.

● No te gustará si: no estás dispuesto a verla como terrorífica historia real que es o si no crees que puedas soportar psicológicamente una historia que ya en su momento te dejó suficiente huella.

Jerry.

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