Hoy es un día en el que,
inevitablemente, todos nos acordamos de un evento histórico que sacudió los
cimientos de la historia de Estados Unidos y, probablemente, del mundo entero.
No hay persona de mi edad (que yo conozca) que no sepa qué estaba haciendo
exactamente cuando se enteró de que en las Torres Gemelas de Nueva York habían
chocado dos aviones y de que el Péntagono también había sido atacado.
Sin embargo, resulta un tanto
desolador que sólo se tenga en cuenta lo que sucedió en el World Trade Center y
en el Pentágono, y no lo que un grupo de pasajeros a bordo de otro avión secuestrado
consiguió. Toda esa gente (héroes hechos y derechos) iban a bordo del vuelo 93
de United Airlines con destino San Francisco y su avión tenía como misión el
estrellarse contra otro edificio emblemático de Estados Unidos: el Capitolio.
Sin embargo, dicho avión nunca llegó a su destino.
United
93
cuenta esta historia.
● Año:
2006
● Director: Paul Greengrass
● Cast:
● Música: John Powell
● Nominaciones a los Óscar: Mejor
Director (Nominado), Mejor Edición (Nominado).
● Duración: 111min.
Mucha gente antes de ver esta
película puede pensar que se trata de un producto americano más cuyo único
objetivo es concienciar a la gente acerca de la amenaza que se cernía sobre
Estados Unidos y en cierto modo justificar la guerra y, ya de paso, mostrar un
poco de heroísmo americano al resto del mundo. Pero esto no es así.
Paul Greengrass se atreve con
lo que nadie se ha atrevido y nos presenta un frío y objetivo filme carente de
melodrama americano que narra los eventos que tuvieron lugar aquella
terrorífica mañana de Septiembre.
Lo importante de esta
película, a parte de su brillante y conmovedora calidad cinematográfica, es su
realización. Cuando vi el filme por primera vez, me quedé tan sumamente trastocado que, a la mañana siguiente,
tuve que volver a verla y, en mi búsqueda por más material relacionado con esta
catastrófica historia, encontré un documental en el DVD que contaba la historia
de cómo se rodó la película. Y mi admiración por Paul Greengrass se multiplicó
por siete.
Greengrass, junto con los
productores de la película, decidieron que para que la película constase de realismo
puro y duro, debían entrar en contacto con las familias de los pasajeros del
avión y los actores debían entrevistarse y pasar un día entero con ellos. Esto
le daría un toque sumamente conmovedor y humano a la película, pero,
desgraciadamente, tampoco podía aportar muchos datos acerca de lo que hicieron
en el avión (salvo, obviamente, las llamadas telefónicas que se hicieron
durante el vuelo).
Entonces se les ocurrió otra
idea brillante: muchos de los personajes que aparecen en la película podrían
estar interpretados por ellos mismos. Y así fue como Ben Sliney, director de
operaciones de la administración federal de aviación, entró en la película, al
igual que otros muchos controladores aéreos y oficiales presentes durante
esa fatídica jornada laboral. Todos ellos actuarían tal y como lo hicieron
aquel día.
Por si aún no os pareciese que
el director y productores de United 93
demostraron ser bastante inteligentes, el conjunto del reparto que interpretaba
a los cuatro terroristas estuvo alojado en un hotel distinto al del resto para
que así las interpretaciones de todos los pasajeros del avión (que, a su vez,
no se vieron hasta el primer día de rodaje) fuesen más convincentes.
Como decía uno de los
familiares después de la privilegiada proyección a la que Greengrass les invitó
antes del estreno del filme, la película ni cae en el ineficaz dramatismo ni
intenta que veamos a los personajes como pobres
víctimas. Si United 93 peca de algo
es de realismo, porque todo lo que ocurre es tan sumamente real que te
sobrecoge el corazón y lo estruja haciendo que incontrolables lágrimas nublen
tu vista ante un despliegue de realidades que mucha gente, desgraciadamente,
desconoce.
Y lo peor de todo esto no es
que los desconocidos actores lleven a cabo un trabajo increíble, ni que Greengrass
eleve a la enésima potencia su calidad como director, ni que la simplísima y
casi imperceptible BSO consiga arrancarte de cuajo unas lágrimas de más. Lo
peor de todo es que, a pesar de que sabes perfectamente cómo va a terminar el
filme, la película te mantiene en el filo de la butaca.
Lo peor de todo es que, a
pesar de que sabes cómo va a terminar, uno tiene la esperanza de que estos
increíblemente valientes pasajeros consigan llevar a cabo su heroico plan.
Y digo “peor”, porque nada
bueno puede calificar a esta historia.
Siento haberme excedido un
poco con esta crítica, pero sinceramente creo que lo merece.
Brillante película.
●Te
gustará si:
la ves como método de concienciación de lo que sucedió aquel 11 de Septiembre o
si, simple y tristemente, sólo pretendes disfrutar de una película excelente
cargada de intriga y emoción.
●
No te gustará si:
no estás dispuesto a verla como terrorífica historia real que es o si no crees
que puedas soportar psicológicamente una historia que ya en su momento te dejó
suficiente huella.
Jerry.
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