Es difícil intentar mantenerte
al tanto de la actualidad televisiva cuando tienes muchísimas series
pendientes. Uno no sabe por cuál decantarse, intenta avanzar con una, pero eso
supone dejar de lado a otra y, claramente, olvidar en el armario aquellas que
ya son antiguas y que, consecuentemente, pocos temas de conversación le van a poder
dar en una charla seriéfila actualizada.
Sin embargo, para mí hay una
serie intocable que se merece un descanso absoluto de las múltiples ofertas del
momento actual. Una serie que se canceló hace ya un tiempo pero que me parece
increíble sólo por las protagonistas que tiene: Damages (Daños y Perjuicios),
esa historia de abogados que gira en torno a las figuras de dos de los
personajes femeninos más implacables del panorama televisivo.
● Creador: Todd
A. Kessler, Glenn Kessler, Daniel Zelman.
● Género: Drama.
● Reparto: Glenn
Close, Rose Byrne, Dylan Baker, John Goodman, Chris Messina, Zachary Booth.
●
Duración: 5 temporadas.
●
País de Origen: EEUU.
Han pasado dos años desde el
caso Tobin y de las horribles consecuencias que éste trajo consigo, y Patty
Hewes y Ellen Parsons parecen haber aprendido a vivir – profesionalmente hablando
– la una sin la otra. Además, las tornas han cambiado mucho en Nueva York,
porque Ellen ya no es la recién licenciada de la explosiva primera temporada,
así que, siguiendo los pasos de la que claramente ha sido su mentora, decide
coger el toro por los cuernos y enfrentarse – por su propia cuenta - a la
mastodóntica compañía Highstar Security,
liderada por el despiadado Howard Erickson.
Sin embargo, Patty le advierte
que no va a poder manejar un proyecto de semejante calibre por su cuenta. Así
que, eventualmente, la frívola y calculadora Sra. Hewes terminará tendiéndole
una mano a la chica que una vez fue una diminuta pieza del puzzle que componía
el caso Frobisher. ¿Habrán alcanzado la estabilidad estas dos abogadas? No lo
sabremos hasta los últimos minutos de esta temporada. Esto es Damages y la pareja Hewes-Parsons es,
cuanto menos, imprevisible.
En cierto modo, Damages me recuerda a Homeland. Estas dos series – que temáticamente
no se parecen en absolutamente nada – comenzaron con unas primeras temporadas
impresionantes; unas temporadas que les auguraban unos futuros prometedores.
Comprensiblemente, y dada la extrema calidad que habían establecido, las dos
pincharon en su segunda entrega y, más tarde, donde Homeland terminó estrellándose (porque, señores, menuda temporadita nos ha dando este año), Damages remontó y alcanzó, una vez más,
el podio de la excelencia.
Además, estas dos series
cuentan con unos personajes con un riquísimo potencial. En Homeland, Carrie Mathison y Nick Brody componían un interesantísimo dúo que
terminó por pudrirse y acabar en la repelencia más absoluta por la dirección que tomaron sus sentimientos.
En Damages no pasa esto: Ellen y
Patty mantienen en todo momento – siempre acompañadas por unos siniestros e
intrigantes secundarios – su relación al borde del abismo, siempre dan un paso
más y nunca se tropiezan. Y eso, señores, salva a Damages de las posibles irregularidades que pueda tener.
Es indiscutible que esta
cuarta temporada no es igual de intensa que sus predecesoras. Está claro que el
caso de Highstar Security, pese a lo
mastodóntico que nos dicen que es, no deja de parecer un juego de críos en
comparación con los anteriores. Pero esto mismo, señores, es lo bueno de la
cuarta temporada. En esta entrega – que sirve como penúltimo capítulo de la
serie – nos acercamos muchísimo más a la relación entre las dos protagonistas,
a sus juegos y sus trampas, y, eventualmente, a la gota que colmará – o no – el
vaso. Un vaso que podría derramarse en su quinta (y última) temporada con una
asombrosa facilidad y desencadenar así un mortífero tsunami entre el despacho
Hewes&Associates y Ellen Parsons.
Son las dos
protagonistas, y los como siempre acertadísimos secundarios, las que salvan
esta temporada. Los flashbacks no son
tan impresionantes, el desenlace del caso Highstar
– centrado en un Chris Sanchez que transmite una lástima terrible – no es
nada del otro mundo, pero el enriquecimiento de las dos diosas de esta serie es
abrumador, su jueguecito está a punto de arder y, espero, que en la quinta temporada
Damages reciba lo que se merece: un
final con clase, tramposo, e inesperado.
Ya os contaré.
● Lo que MÁS me
gusta: el explosivo dúo Patty Hewes-Ellen Parsons.
● Lo que MENOS me
gusta: lo mal planteados que están los característicos flashforwards con respecto a los de las temporadas anteriores.
Jerry
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