Aprovechando que dentro de
poco comenzará la emisión de la cuarta temporada de Once Upon a Time (Érase Una
Vez en español), he decidido publicar una entrada sobre su
anterior entrega: una temporada irregular que, sin embargo, consiguió hacer renacer a esta curiosa serie que, pese a
lo arriesgado de su propuesta y a lo muchísimo que se desinfló el año pasado, ahora – y tal y como dije en mi anterior entrada sobre su mid-season finale – parece que ha
recuperado todo lo que nos enamoró de ella allá por 2011.
Sí, señores: Once Upon a Time es una serie que
enamora. Es, tal y como os han contado, apestosamente ñoña y vulgarmente
familiar, pero he de reconocer que a mí me tiene encantado. Y es que, esta producción de la ABC americana probablemente forme
parte de uno de los guilty pleasures más inconfesables que puedo tener. Y así es.
● Creador:
Edward Kitsis & Adam Horowitz
● Género: Drama,
Aventuras, Fantasía
●
Reparto: Ginnifer Goodwin,
Lana Parrilla, Jennifer Morrison, Josh Dallas, Eion Bailey, Emilie de Ravin,
Robert Carlile, Jared S. Gilmore, Colin O’Donoghue, Sean Maguire, Rebecca Mader…
●
Duración: 3 temporadas [2011
- Presente]
●
País de Origen: EEUU
Después del apasionante giro
temático que tomó la serie en su mid-season
finale, la serie que narra las aventuras de – entre otros personajes de
cuentos – la familia Charming (aka: Encantadora), dio un paso
agigantado en su hasta entonces estancada y caótica trama para introducirnos en
un torbellino de emociones, amnesia y baldosas amarillas que culminaría con un ¿segundo? season finale absolutamente perfecto.
Habéis oído bien: la tercera
temporada de Once Upon a Time cuenta con dos “finales” que demuestran cómo
los guionistas de la serie se han dado cuenta de la crisis temática a la que se
estaban enfrentando y, para hacerle frente, han decidido coger al toro por los
cuernos y presentarnos dos conclusiones (una a mitad de la temporada y otra en su
ultimísimo final) que dejarán con la boca abierta a todos los incondicionales
fans de la serie.
A pesar de este más que destacable hecho, la tercera temporada de Once Upon a Time también brilla porque, además, consigue manejar a la perfección una de las herramientas más importantes de las series de televisión: la evolución
de los personajes.
No sólo nos encontraremos una segunda mitad de temporada mucho más rítmica que su predecesora, sino que además conoceremos a una de las villanas más carismáticas - y verdosas - que ha asolado Storybrooke, mientras que la ya mítica Regina atrae los zooms de las cámaras y reafirma, no sólo que su historia es la mejor de toda la serie, sino que su personaje no podría estar interpretado por alguien que no fuese Lana Parrilla. Todo ventajas.
No sólo nos encontraremos una segunda mitad de temporada mucho más rítmica que su predecesora, sino que además conoceremos a una de las villanas más carismáticas - y verdosas - que ha asolado Storybrooke, mientras que la ya mítica Regina atrae los zooms de las cámaras y reafirma, no sólo que su historia es la mejor de toda la serie, sino que su personaje no podría estar interpretado por alguien que no fuese Lana Parrilla. Todo ventajas.
Once Upon a Time sigue teniendo efectos visuales de escasa calidad,
sigue apestando a un bizcocho de amor verdadero recién horneado con un suave
toque de canela y una excesiva dosis de merengue, y Henry sigue siendo una
encantadora molestia para la trama de la serie... pero me da absolutamente igual.
Me da igual porque Erase Una Vez está aguantando en antena como una auténtica
campeona, está dejando el listón muy alto para todas esas adaptaciones
cinematográficas de cuentos de hadas o clásicos Disney y, además, sigue siendo la que ya fue una vez.
Once Upon a Time sigue siendo una de las series
más accesibles del panorama televisivo actual, sigue contando con esos geniales
(y, en ocasiones, retorcidos) cambios a los relatos infantiles, sigue teniendo
una banda sonora espectacular, sigue emocionando, sigue provocando hiperemesis a todos aquellos Grinchs del amor verdadero, sigue conquistando corazones y, lo que es más importante: sigue cosechando
éxitos.
Su cuarta temporada se estrena la semana que viene. A ver qué nos tiene preparado Storybrooke esta vez.
Su cuarta temporada se estrena la semana que viene. A ver qué nos tiene preparado Storybrooke esta vez.
● Lo que MÁS me
gusta: la segunda mitad de la temporada, que cuenta con una agradecida
evolución de los personajes, una temática que recupera el verdadero espíritu de
la serie y un último episodio apasionante.
● Lo que MENOS me
gusta: que no se me ocurren qué más contratiempos pueden tener lugar en Storybrooke.
Jerry
Jerry
Absolutamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarYo me pensaba que después de la cagada de segunda temporada que hicieron, y viendo la primera mitad de esta temporada, ya no iba a haber quién levantara la serie. Pero esta claro que la segunda mitad vuelve a recuperar la magia que nos enganchó en la primera temporada.
Y fíjate que aún así tengo mis reservas con la nueva temporada, no sé yo qué tal saldrá...
¡¡Mucho ánimo con el estudio!!
¡Muchísimas gracias por tus ánimos y por comentar! Yo también estoy de acuerdo con lo que comentas de la segunda temporada y del principio de la tercera... ¡Menos mal que consiguieron remontar! Y, también, no termino de confiar mucho en la próxima entrega... Pero bueno, le daremos una oportunidad y a ver si nos sorprende. Un saludo!
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