martes, 23 de septiembre de 2014

Martes Criticón: X-Men:Primera Generación

Teniendo en cuenta que en las dos entregas anteriores de este ciclo de sagas de Malditas Críticas de Cine decidí presentaros uno de los mejores ejemplos de sagas de aventuras y otro de la más inteligente y trepidante acción, esta semana vamos a comenzarla con un mejunje de ambos géneros protagonizado por uno de los filmes de la famosa saga X-Men.

La actual popularidad de esta saga no sólo se debe a que hace tan sólo unos meses se estrenó la secuela de ese reboot catalizado por X-Men: Primera Generación, sino porque las aventuras cinematográficas de la patrulla X están – ¡cómo no! – basadas en una saga de cómics. Y, señores, yo os pregunto: ¿Qué hay ahora más popular en el cine que las adaptaciones de novelas gráficas?

¿Qué actualización del mundillo del cine puede ser más jugosa que la recientemente conocida noticia de que Bryan Singer se ha confirmado como director para X-Men: Apocalipsis?

● Año: 2011
● Director: Matthew Vaughn
● Cast: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Rose Byrne, January Jones, Olivier Platt, Kevin Bacon…
● Música: Henry Jackman
● Duración: 131min.


He de reconocer que, así como no me perdía ni un solo episodio de la serie de animación de los llamados X-Men, las películas de Bryan Singer nunca fueron santo de mi devoción. Recuerdo que la primera entrega de la saga tampoco me pareció nada del otro mundo y que, a pesar de que su tercera parte la vi en el mismísimo cine Juan de Austria de Madrid, jamás les encontré el mayor atractivo a estas adaptaciones.

Sin embargo, Matthew Vaughn pronto tomó las riendas del asunto, y, tras haber rodado la fantástica Kick Ass, aceptó la responsabilidad de dar a luz al reboot de una saga que no podía darme más pereza. Aún así, y a pesar de que el estreno de Primera Generación despertó un escasísimo entusiasmo en mi terca cabeza, acabé yendo al cine a verla. Y, oye, salí impresionadísimo.


En su momento, cuando era aún más novato que ahora  en todas estas movidas del Séptimo Arte, me indigné con la Academia por no haber nominado a X-Men: Primera Generación en la categoría de Mejor Película. A pesar de que esa declaración fue muy disparatada (aunque habría que ponerla en el contexto en el que la enuncié: defendía – y defiendo - que Harry Potter: Las Reliquias de la Muerte Pt.2  clarísimamente tendría que haberlo estado), es irrefutable que al Sr. Vaughn la jugada le salió redonda.

No sólo rodeó a esta producción de un equipo de actores que podría inducir un episodio coronario agudo a espectadores con tendencia a hipersensibilidad catecolaminérgica por enfermedad de Tako-Tsubo (Lawrence, McAvoy, Fassbender, Byrne…), sino que, además, consiguió situar una más que acertada trama en una etapa histórica muy llamativa. De esta forma, Vaughn estableció un nexo entre realidad y ficción bastante peculiar que, no sólo funcionó como una buena excusa para repasar un poco nuestros ya podridos conocimientos de historia, sino como una fuente más de retroalimentación positiva para calmar esa avidez que sienten los fans de personajes de ficción para verlos en un contexto más cercano a su realidad.

Con todos estos elementos, y con una acertadísima banda sonora original compuesta por Henry Jackman (quien más adelante también le haría un pequeño favor musical a la sorprendente secuela del Capitán América), Vaughn dio a luz un re-escopetazo de salida mutante que actualmente está en boca de casi todo friki cinematográfico que se precie.


Aunque en el segundo visionado al que sometí a X-Men: Primera Generación me di cuenta de la torpeza de algunos momentos del guión o de que el personaje de January Jones – y de todos los villanos en general – está bastante poco trabajado (nada sorprendente teniendo en cuenta que estamos hablando de una película de superhéroes), lo nuevo del director de Kick-Ass no deja de ser, como ya dije en su momento, una dignísima y brillante película de superhéroes que puede que a muchos no les resulte de suficiente calidad pero que, sin embargo, si es visto como el prólogo a una nueva saga cinematográfica, su valor resulta innegable.

Puede que los villanos no sean los mejores que hayamos visto en una gran pantalla, o que algunos efectos especiales sean más propios de una serie de televisión que de una superproducción de Hollywood, pero el desarrollo de los personajes principales es muy satisfactorio (así como sus actuaciones), el contexto en el que sitúa la historia – y su eventual futura dirección – termina siendo muy acertado y, lo más importante de todo: consigue que un humilde cinéfilo como yo se compre las otras tres películas de la patrulla X (X-Men, X-Men 2 y X-Men: La Decisión Final) porque - qué queréis que os diga - me ha enganchado.

Eso sí, X-Men Orígenes: Lobezno me temo que no cuela.

●Te gustará si: quieres presenciar una introducción perfecta a lo que está por venir en la nueva saga cinematográfica de los mutantes más famosos del mundo del cómic y de la gran pantalla.

● No te gustará si: las adaptaciones de cómics – y todos los clichés que inevitablemente llevan consigo – no son lo tuyo.

Jerry

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