Queriendo dejar de ofreceros críticas
de películas con tramas devastadoras y guiones enfocados a arrancar lágrimas de
vuestras insensibles glándulas lacrimales, he decidido comenzar el curso
académico con energía cinéfila positiva mediante los análisis de ese tipo de
filmes que tanto me gustan: las sagas.
A pesar de que en estos
momentos probablemente esté de un humor de perros por haber estado todo el
verano encerrado en Madrid estudiando para un examen que tengo dentro de ¿cinco?
míseros meses y que, en cierto modo, definirá mi futuro profesional, no quiero
retroalimentar mi estado anímico sino apaciguarlo con el recuerdo de películas
tan míticas como las de Indiana Jones, ese arqueólogo que tantas pasiones
despertó antes de llegar al último título de su saga: El Reino de la Calavera de Cristal. Pero bueno, sobre eso ya discutiremos en otro momento. Ahora estamos aquí para hablar de su escopetazo de
salida: Raiders of the Lost Ark.
● Año: 1981
●
Director:
Steven Spielberg
●
Cast:
Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey, John Rhys-Davies,
Denholm Elliott…
●
Música:
John Williams
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Nominada), Mejor Director
(Nominado), Mejor Dirección Artística (Ganadora), Mejor Edición (Ganadora),
Mejor Sonido (Ganadora), Mejor Edición de Sonido (Ganadora), Mejor Banda Sonora
Original (Nominada), Mejor Fotografía (Nominada), Mejor Efectos Especiales (Ganadora)
●
Duración:
111min
Es indiscutible que ya no se
hacen películas de aventuras como las de antes: esos filmes familiares, llenos
de emoción, aventuras, inocencia y misticismo que tantísimos adeptos generaban.
Y es que, desgraciadamente, los dos principales precursores de ese tipo de
películas (Steven Spielberg y George Lucas), se han desviado mucho de ese género
y sólo han atraído hacia él a directores como J.J.Abrams, quien, paradójicamente, al hacer Super 8 fue sometido a durísimas
críticas por parte de los espectadores cuando en realidad su alienígena
película no era más que un homenaje por todo lo alto a ese tipo de filmes.
Por no haber, ya es que no hay
ni héroes de la gran pantalla que le puedan llegar a la suela de los zapatos a
Indiana Jones. Ese Harrison Ford - armado con su látigo y su sombrero – que se
recorría el mundo – mapa mediante – para salvaguardar las reliquias arqueológicas
de antiguas civilizaciones. Unas reliquias que, como en el caso de En Busca del Arca Perdida, son, nada más
y nada menos, que tan legendarias como el Arca de la Alianza: aquel cofre que
guardaba las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí.
Atraído por la idea de ser el
descubridor de semejante joya arqueológica, el joven, atractivo, aparentemente sinvergüenza y bonachón Indy
Jones, emprende una odisea hasta El Cairo – con previa escala en Nepal – en la
que no le faltarán tiroteos en bares, trepidantes persecuciones a pie por
ciudades, a caballo por desiertos, combates de cuerpo a cuerpo, sucesos sobrenaturales,
nazis, y, por supuesto, serpientes. Muchas serpientes.
Con esta soberbia cantidad de
eventos (o contratiempos) – muy propios de todo filme de aventuras que se
precie – Indiana Jones en Busca del Arca
Perdida es una película entretenidísima que, no sólo fue una de las
aspirantes a ser coronada como Mejor
Película en la 54ª ceremonia de los Oscar, sino que además fue la
responsable de dar a luz a un héroe cinematográfico como ningún otro que, a
partir de entonces, sería el protagonista de una grandísima saga de películas
aptas para – casi – todos los públicos.
Ya no se hacen películas como
las de antes. Ya no hay personajes de la gran pantalla tan icónicos como Indiana
Jones. Ya no hay bandas sonoras tan buenas, características, o evocadoras como
la que John Williams compuso para estas películas. Lamentablemente, ya no se
hace este tipo de cine: un cine inocente, en el que está clarísimo que los
actores no se dan puñetazos mientras pelean, en el que los efectos especiales
son cutres y, al mismo tiempo, adorables, o en el que se fusiona de forma tan
magistral el humor con las aventuras.
No, señores. Ya no se hace
este tipo de cine. Y, aunque esto parezca una lástima, en realidad es un punto
a favor de estas películas: sólo ellas son así y, por lo tanto, sólo viendo
títulos como Indiana Jones en Busca del
Arca Perdida, uno es capaz de experimentar ese aluvión de gratas emociones
que justifican, una vez más, que el cine sea el Séptimo Arte.
●Te
gustará si:
disfrutas de las películas de aventuras hechas y derechas.
●
No te gustará si:
no te gusta que se note que las películas antiguas son precisamente eso:
antiguas.
Jerry
Solo quiero reivindicar a esta película como de lo mejor que ha pasado en el séptimo arte, creando un héroe insuperable para el recuerdo y una trilogía compuesta por aventura y diversión a tope que te entretenerá de lo lindo y que te pondrá de buen humor.
ResponderEliminarBravo, Spielberg, qué bien haces tu trabajo jaja
Saludos!