Que Malditas Críticas de Cine se encuentre en pleno ciclo de sagas cinematográficas no quiere decir que los filmes que se
vayan a tratar no puedan ser los primeros – y, por ahora, únicos - episodios de
futuras franquicias ya anunciadas. Por esta razón, hice el esfuerzo de volver a ver
Avatar. Sin embargo, tuve que dejar
de verla porque me surgió una inesperada urgencia fisiológica y, después de
finiquitarla, me dio pereza volver a Pandorita. Esa poco conveniente
desfachatez ofendió muchísimo al DVD de la película que, mirándome fijamente
desde el segundo estante del mueble localizado en la sala de estar, no dejaba
de repetir (con, por cierto, un acento bastante cómico) la frase “te veo”.
La película de Cameron me veía
sentado en el sofá y lo pasaba mal porque
sabía que le había dejado a medias y
que no estaba terminando la faena
porque no me apetecía un pimiento. El pobre DVD llevaba dos años abandonado en
el estante (ojo, se lo que estáis pensado: no lo compré yo sino mi padre) y
probablemente pasen otros dos años hasta que me decida a volver a ponerlo en el
reproductor. Su tristeza e impotencia eran comprensibles. Sin embargo, ese
mismo día había tenido un arrebato de generosidad cinéfila y me había comprado
la edición especial de la Las Aventuras
de Tintín: El Secreto del Unicornio. Y todos deberíais saber lo fanático
que soy de los cómics del joven reportero belga. Sumen y sigan.
● Año: 2011
●
Director:
Steven Spielberg
●
Cast:
Jamie Bell, Andy Serkis, Daniel Craig, Nick Frost, Simon Pegg, Daniel Mays,
Mackenzie Crook, Toby Jones…
●
Música:
John Williams
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Banda Sonora Original (Nominada)
●
Duración:
101min
Además de tener mi cuarto
infestado de cuadros, figuras y cajas de las distintas aventuras de Tintín,
siento especial debilidad por unos buenos créditos iniciales. Por lo tanto, si
tenemos en cuenta el grandioso – por no decir espectacular - arranque de esta
producción de los geniales Jackson y Spielberg (sin olvidar a la siempre
presente Kathleen Kennedy), os podéis imaginar el grado de éxtasis cinéfila que
pude experimentar en esos tres minutos de reloj. Tres minutos en los que,
acompañados por una misteriosa melodía muy poco corriente en el Sr. Williams,
unos trabajadísimos dibujos animados corrían de un lado para otro mientras se
daban a conocer los nombres de productores, directores, y demás staff de la película.
Si a ese excelente pistoletazo
de salida le añadimos pequeños – pero descaradísimos – guiños a los cómics de
Hergé (los retratos del puesto de la calle, las noticias de periódico colgadas
en el despacho del reportero…), entonces, muy a mi pesar, todo podía salir
muy, muy mal. En menos de diez minutos, Spielberg y Jackson habían retroalimentado - sin miedo alguno - los cerebros de unas bombas de relojería hergeianas que buscaban la adaptación de
las adaptaciones de las aventuras de ese famosísimo periodista pelirrojo con flequillo. Y eso es, como a mí me gusta decir,
un arma de doble filo.
A pesar de la inseguridad que
amenazaba con aguarme la fiesta, eventualmente me di cuenta de que Las Aventuras de Tintín: El Secreto del
Unicornio era uno de los filmes de animación más divertidos, entretenidos,
mejor hechos - y aún mejor adaptados - de los que he visto en mi corta vida. Puede
que la historia de la película no siga a rajatabla la aventura original de
Tintín titulada El Secreto del Unicornio,
pero la maestría con la que los guionistas han conseguido fusionar tres cómics distintos
de uno de los héroes europeos más famosos de todos los tiempos, es, cuanto
menos, envidiable.
Este hecho, que de haber
ocurrido de forma aislada podría no haber resultado tan importante como parece,
se ve acompañado por otras muchas virtudes que ensalzan la calidad del filme
hasta límites insospechados. No sólo podemos disfrutar de una agradecida banda
sonora durante el 95% del metraje de la película, sino que además esta deliciosa
experiencia auditiva (que combina un estilo musical muy propio de clásicos como
Star Wars, Indiana Jones y Harry Potter),
se nutre de una estética y unos gráficos que, aunque de buenas a primeras puedan
resultar extrañamente molestos, terminan siendo dignos de alabanza por haber
conseguido trasladar a la gran pantalla - valiéndose de actores de carne y
hueso - las aventuras de Tintín sin traicionar la apariencia de los dibujos
originales. ¿A nadie le encanta saber que, a pesar de que su físico
diga lo contrario, el desternillante Capitán Haddock es en realidad Andy Serkis
(aka: Gollum) y no un mero monigote
dibujado que, posteriormente, ha sido animado?
Pero Hollywood no perdona. Ya
puedes ser el Rey Midas de la Alfombra Roja, haber revolucionado el cine en más
de una ocasión, o haber dado vida a un apasionante filme de animación y
aventuras, que aunque tu apellido sea Spielberg y el de tu socio Jackson, las críticas que vas a recibir
por haber rodado un largometraje sobre un héroe europeo (no-estadounidense), no
van a ser todo lo positivas que cabría esperar… Es más, no vas a obtener – ni siquiera por pura cortesía – una merecidísima nominación al Oscar de la Academia.
Un Oscar que no sólo estaba
justificado por el intensísimo trabajo que probablemente supuso la redacción
del guión, ni por el arte (sí: arte) plasmado en esa apasionante animación, sino
por los incansables planos secuencia, el frenético y divertídisimo ritmo de la
película, la fidelidad de todos los personajes, y, sobre todo, por la adaptación de uno de los héroes del cómic más
apasionantes de la historia.
Con casualidades de la vida como esta, queda bastante claro que para ser tachado de "apasionante" - o para recibir una "reconocidísima" nominación - hay que ser un héroe americano…
¿Verdad, Potter?
Con casualidades de la vida como esta, queda bastante claro que para ser tachado de "apasionante" - o para recibir una "reconocidísima" nominación - hay que ser un héroe americano…
¿Verdad, Potter?
●Te
gustará si:
disfrutas de trepidantes películas de aventuras o de un filme al más puro
estilo Spielberg.
●
No te gustará si:
los únicos héroes que quieres ver en la gran pantalla son los que tienen
poderes mágicos y disfraces de carnaval.
Jerry
Bueno... habia escrito un comentario bastante largo y se borro sin subirse. Una lastima. Por ahora solo digo que la peli me encanta, y saber que hay uno mas que comparte el gusto me da felicidad. Tu critica es excelente y ya entiendo porque la cinta no fue publicitada (malditos yankees :P). Pronto escribire de nuevo con mas inspiracion. Y mientras sigo el recorrido por tu pag! Saludos.
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