Parece mentira que, con lo que
me gustan a mí las series británicas, no hubiese oído hablar de Broadchurch hasta hace dos semanas. Me
da hasta vergüenza reconocer que si he llegado a conocer esta fantástica
producción de la compañía que nos trajo Utopia,
ha sido gracias a mi placer culpable de poner Antena 3 a la una y media para
ver con mi abuela el frenético concurso de La
Ruleta.
Sí, ha tenido que ser la
publicidad de un canal de la televisión española la que me diese un empujón
para empezar este aparentemente corriente drama británico… Un drama que, tal y
como ocurre con otras series de la pequeña pantalla, puede hacer que un
espectador cualquiera se plantee si seguir o no viéndolo después de su para
nada adictivo primer episodio (con plano secuencia incluido, ojo)… Pero no pasa
nada. Nosotros no somos de esos “espectadores cualquiera”. Nosotros ya sabemos
que nunca hay que juzgar una serie por su portada.
¿Verdad?
● Creador: Chris
Chibnall
●
Género: Drama
● Reparto: David
Tennant, Olivia Colman, Jodie Whittaker, Andrew Buchan, Pauline Quirke, Arthur
Darvill, Joe Sims, Jonathan Bailey, Carolyn Pickles, Arthur Darvill…
●
Duración: 1 Temporada (2013 -
Presente)
●
País de Origen: Reino Unido
Si esta serie no parece nada
del otro mundo se debe a que – de buenas a primeras - su trama da la sensación
de ser extremadamente vulgar. A pesar de que ahora mismo sólo se me ocurre el
título de Top of The Lake para respaldar
esa afirmación, los dramas criminales en los que un niño es el protagonista del
evento que cataliza una investigación policial es de lo más recurrido de la
pequeña pantalla. O no. O sí. Qué más da. Lo que importa es que, a pesar de lo
poco atractiva que me parecía la historia de Broadchurch y lo poco impresionante que resultó ser su primer
episodio, la serie de Chris Chibnall es una auténtica joya.
Las apariencias
engañan, y las cosas hay que verlas con un poco de perspectiva: ¿por qué no partimos
de la base de que Antena 3 está emitiendo una hasta ahora desconocida
serie británica y que, por si no fuera poco, los estadounidenses ya han
estrenado su remake en Fox (llamado Gracepoint)?
Sí, señores… Broadchurch puede
parecer lo que queráis, pero con estos dos factores dentro de la ecuación, a uno
se le debería abrir un poco el apetito seriéfilo. Sólo un poco.
Como todas las series de este
estilo, la trama se abre con un asesinato. En esta ocasión, la desafortunada
víctima resulta ser un jovencito de once años aparentemente normal llamado
Danny Latimer, y en esta misma ocasión (que viva la reiteración), la serie
criminal va a diferir de todos los demás títulos de este género. ¿Por qué? Pues
porque la investigación policial que desata este terrible suceso es un crescendo constante. Y no, amigos míos,
no estamos acostumbrados a ver crescendos
como éste.
Si alcanzamos el segundo
episodio de esta brevísima temporada, pronto nos daremos cuenta de que Broadchurch es más interesante, más
adictiva, más realista y más emocionante que cualquier otro drama criminal que
estéis viendo. El sorprendente crimen – que conmociona a la pequeña localidad
británica que da nombre a la serie – sirve como excusa para abrir paso a una
serie de tramas paralelas en las que todos y cada uno de los miembros del
reparto tendrán dónde poner su granito (o granazo) de arena: desde la devastada
familia de la víctima que tiene que pasar por un espectacularmente bien
plasmado duelo, pasando por la curiosa – y encantadora – pareja de agentes de
policía responsables de la compleja investigación, los periodistas que ansían ser
los portadores de malas noticias aprovechando este suceso con tanto potencial
sensacionalista, y sin olvidarnos de un buen puñado de vecinos de Broadchurch
que – cada uno a su manera – tienen que lidiar con la muerte del pequeño Latimer.
Muchos personajes. Muchas posibilidades. Una sola historia. Un solo desenlace.
Una ambiciosísima – y a la vez
terriblemente humilde – temporada. Ya me acuerdo de por qué I love british drama.
No sólo me parece admirable el
hecho de que se haya podido perfilar una temporada de unos escasos ocho
episodios con un elenco tan sumamente inmenso, sino que además tanto su forma
de ofrecer al público la historia, como las herramientas que emplea para ello
(un uso de la cámara lenta exquisito, planos que merece la pena contemplar una
y otra vez, una inquietante e inolvidable banda sonora…), terminan de poner la
guinda a un agridulce pastel que ningún espectador querrá perderse por lo real
y conmovedor que resulta.
Broadchurch no es sólo una serie de enorme calidad, es también un
estilo de hacer series. Y eso me encanta y me emociona, porque estoy harto de estar
enganchado sólo a historias, a comentarios o a actuaciones. Quiero ver cosas nuevas. Quiero disfrutar
contemplando una serie de televisión… Y Broadchurch
me lo ha dado todo: me ha dado una buena historia, grandiosas interpretaciones
y un no-se-que que me hace caer rendido a sus pies por lo aparentemente normal que parece y lo increíblemente distinta que termina siendo.
Por si no fuera poco, y añadiendo un factor más a esa ecuación que construíamos antes para saber si Broadchurch era o no una serie corriente, la ficción fue renovada para una segunda temporada. Una segunda entrega que,
afortunadamente, no va a estar centrada en un nuevo crimen, sino en las
consecuencias que la resolución del caso de Danny Latimer traerá sobre la ciudad. Puede que esto ahora sorprenda, pero después de haber visto la primera temporada ¿quién quiere otro crimen? ¿Queréis o no queréis saber cómo la pequeña
localidad de Broadchurch se recupera
de sus heridas?
Está claro que sí, pero tendremos que esperar a Enero
de 2015.
● Lo que MÁS me
gusta: que siempre va a más, que sus actuaciones son espectaculares, que su
historia se desenvuelve con una maestría alucinante, que su desenlace es
sobrecogedor… y que va a tener una misteriosa segunda temporada.
● Lo que MENOS me
gusta: esas al principio molestas interrupciones pre-publicidad con el
rótulo de la serie.
Jerry
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