Debido a la escasez de títulos
americanos atractivos en la cartelera, es de suponer que los datos de
la taquilla española de las últimas semanas hayan dejado mucho que desear.
No hay películas que tengan suficiente gancho como para atraer a la gran masa de
espectadores, y prueba de ello es
que prehistóricos éxitos como El
Francotirador siguen ocupando sesiones en casi todos los cines de nuestro país. Y es una lástima.
Parte de la culpa la tienen los
distribuidores, por guardarse en la manga los blockbusters para la campaña pre-verano - que, como muy bien
imagino que sabréis, empezó este treinta de Abril con el estreno de Los Vengadores: La Era de Ultrón –. Pero también hay cinéfilos blogueros como yo que deberían asumir cierta responsabilidad por lo mucho que a veces nos cuesta ofrecer críticas de películas menos comerciales que, sin embargo, no por ello son peores.
Por lo tanto, intentando compensar mi falta de auténtica cinefilia, la semana pasada opté por cederle el
turno a Japón con la enternecedora El
Cuento de la Princesa Kaguya, la anterior a Italia con la espectacular El Capital Humano, y ahora le ofrecemos
la palabra a Francia con Girlhood. Nada de EEUU.
● Año: 2014
●
Director:
Céline Sciamma
●
Cast:
Karidja Touré, Assa Sylla, Linsday Karamoh, Mariétou Touré
●
Música:
Jean-Baptiste de Laubier, Para One
●
Duración:
113min
Muy en contra de lo que muchos estaréis pensando, Girlhood no es la versión francesa de Boyhood. Ni el rodaje ha durado doce años, ni los actores son
celebridades, ni se le va a dar el mismo bombo que se le dio a la película de
Linklater. Primero de todo porque es francesa y, en segundo lugar, porque a pesar de ser
buena, no es lo que es Boyhood. Boyhood es historia del cine. Girlhood, muy a mi pesar, no. Al menos no a una escala tan grande como el mastodonte del año pasado.
Sin embargo, no quiero que me malinterpretéis: a pesar
de que estas afirmaciones parecen el preámbulo de una de esas cruentas críticas
en las que lo políticamente correcto no existe, este no es el caso. Girlhood sí se parece en algo a la que
debiera haber sido oscarizada en la última gala de los premios de la Academia:
el último trabajo de Céline Sciamma indaga, de una forma tan majestuosa como
realista, en la adolescencia de una joven francesa que se enfrentará a la
compleja antesala de la vida adulta.
Uno de los mayores aciertos de
Girlhood es la capacidad que Sciamma tiene
para, valiéndose de una actriz para nada experimentada, plasmar la exquisita evolución de
un personaje. Resulta que Marieme (interpretada por
la novata – pero excelente - Karidja Touré) comienza siendo una inocente y responsable estudiante que, por una poco afortunada decisión tomada por el colegio, pasa a ser una descontrolada, visceral y
tenaz adolescente de dieciséis años que huye de su poco cómoda vida hacia un
destino alternativo que ni ella misma, como toda criatura de su edad, tiene
claro.
De esta forma, Girlhood se sumerge, con franca naturalidad y efectividad, en
todo lo que la adolescencia supone para los jóvenes de hoy en día: una época en
la que las relaciones con los amigos son una prioridad, en la que el sentido de
la responsabilidad en el hogar y en la escuela desaparece para ser sustituido
por una ciega lealtad hacia aquellos que se sienten identificados contigo, en
la que la fiesta y la adrenalina sustituyen las confortantes situaciones que
podías vivir con tus hermanos, y en la que todo niño bueno puede convertirse en
su peor enemigo. Y esta es la gran baza del filme.
A pesar de su prolongada duración, Girlhood es una
película notable que muy bien podría funcionar como herramienta de
autoconciencia para jóvenes que creen que la vida son dos días y que a los
dieciséis años nadie debe ser responsable de sus actos. Porque todos sabemos
que no es así: desgraciadamente se forjan famas difíciles de afrontar por lo mentalmente inmaduros e indefensos que somos, los
hermanos aprenden de la herencia que dejan sus irresponsables mayores, los
estudios, aunque no lo parezca, son más importantes que nunca, y, sobre todo,
pese a lo bonita y satisfactoria que es la amistad desde los ojos de un
adolescente, nadie te asegura que no vaya a tener fecha de caducidad o efectos
secundarios. Y esto es algo que todos deberíamos aprender... Antes de que sea demasiado tarde.
Así que vean Girlhood: por los viejos tiempos, y para seguir disfrutando del cine.
●Te
gustará si:
te apetece disfrutar de un cine dispuesto a ser visualmente atractivo y a resultar fiel a lo que toda
mujer adolescente puede sentir y vivir con dieciséis años.
●
No te gustará si:
eres de los que no pisa un cine desde hace tiempo, por esas semanas de luto
pre-campaña de pre-verano.
Jerry
Se ve interesante gracias, nunca he visto una peli o serie que recomiendes y me he arrepentido ,cuando salga la veo pues no esta en cartelera acá aun :/
ResponderEliminar¡Me alegro que te haya animado a verla! Si lo haces, ¡no dudes en decirme lo que te parece!
EliminarNo la conocía pero parece interesante!
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Un saludo!