martes, 19 de mayo de 2015

Martes Criticón: Mad Max (1979)

Lo bueno de que los creadores de antiguas sagas cinematográficas decidan revisitar sus universos con secuelas, precuelas o reboots, es que obligan a cinéfilos demasiado contemporáneos como yo a que por fin vean películas que, en el presente actual, podrían ser consideradas fenómenos de culto.

Eso mismo pasó cuando me enteré de que la producción de Mad Max: Fury Road iba en serio. Yo siempre había oído hablar de las películas protagonizadas por Mel Gibson: me sonaba que estaban ambientadas en una especie de futuro próximo y sabía que los automóviles eran un elemento clave de sus tramas, pero no tenía ni idea de qué tipo de filmes eran. Por lo tanto, una semana antes del estreno de la cinta protagonizada por Tom Hardy, decidí comprarme la trilogía original. Para culturizarme, y esas cosas.

● Año: 1979
● Director: George Miller
● Cast: Mel Gibson, Joanne Samuel, Hugh Keays-Byrne, Steve Bisley, Tim Burns, Roger Ward…
● Música: Brian May
● Duración: 93min



Mad Max es una producción australiana ambientada en un país desconocido sumido en una seria crisis energética que ha llevado a la población a vivir una apacible vida sólo perturbada por salvajes de carretera de salud psíquica cuestionable que sumen en un terrible caos las carreteras de la nación.

Como resultado de esta amenaza surgió el cuerpo de policía MFP, integrado por agentes como  Max (un jovencísimo Mel Gibson) quien, sin embargo, tras el ataque a uno de sus compañeros por una banda de motoristas encabezada por un tal Cortauñas, decide dejar su puesto y pasar a vivir en paz con su familia. Lo que él no se espera es que su destino se volvería a cruzar con el de la banda criminal, arrastrándole a un terrible destino en el que la venganza pasaría a ser su prioridad número uno.


El problema de películas como Mad Max, rodada allá por 1979, es que alguien como yo las ve muy antiguas. Esto no es del todo una desventaja, pues resulta bastante encantador ver las herramientas que hace unos años se utilizaban para dar velocidad a las escenas en post-producción, o porque para mí el doblaje que antes se hacía en las películas me parece de lo mejor del cine de hace unos años. Sin embargo, sí es verdad que los efectos especiales que en la década de los 70 u 80 podían ser considerados alucinantes, hoy en día no son para tanto.

Es cierto que Mad Max es mucho más que efectos especiales, pero supongo – y repito: supongo – que parte de los méritos que se le achacaron a este título se debió precisamente a la incuestionable maestría de George Miller para rodar escenas en la carretera, y a los efectos especiales incorporados en la trama que, muy en contra de los utilizados hoy en día, no son digitales y, consecuentemente, merecen un dignísimo aplauso por las acrobacias, explosiones y el sudor y lágrimas que tuvo que acarrear su realización. Sin embargo, y abandonando los aspectos más puramente técnicos del filme, hay algo en esta cinta que no termina de funcionar porque, aunque la temática y el universo de Mad Max sean creativos, no creo que hoy en día esta película pudiese despertar las pasiones que sí despierta en un nostálgico público que echa la vista atrás y la recuerda con asombro. Y es que, desde mi más humilde punto de vista, los recursos que harían rico a este universo no estuvieron lo suficientemente bien explotados en este filme.


No nos engañemos, la historia de Mad Max no es gran cosa. La idea sí - no me malinterpretéis -, pero con esta película ni se consigue apreciar ese enloquecido caos que tan claro queda en el tráiler de Fury Road, ni me he encontrado el clasicazo que se me había prometido.

Pero bueno, he leído por ahí que la segunda entrega de la saga no sólo supera con creces a la primera, sino que además la justifica, así que ya os contaré.

●Te gustará si: eres uno de los que vive el visionado que hizo allá por los años 80 apasionadamente y con unas buenas dosis de nostalgia.

● No te gustará si: esperas encontrarte con una película tan grandiosa como se te había prometido.

Jerry

2 comentarios:

  1. Hola Jerry , la segunda es mejor en todos los aspectos , mas ideas y más dinero , mas amplia , algo así como terminator 2 para terminator 1 , solo que Cameron se auto-remakeo el mismo y aquí George Miller amplía su visión post apocalíptica .. Que no te guste tanto estoy de acuerdo y te lo respeto ( faltaría más!!) pero para aquel niño que la vio un viernes noche en la 1 con 7 años en los 80 te dice ahora que Mad Max es leyenda ! Saludos.

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    1. Hola Xurxo! Desde luego, para mí la segunda entrega de la trilogía original es la mejor de todas. Y, por supuesto, entiendo perfectamente lo que comentas... ¡Me da envidia no poder ser de los que tienen un recuerdo de ella como el tuyo! Un saludo y ¡muchas gracias por pasarte y comentar!

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