domingo, 11 de agosto de 2013

Breaking Bad: Primera Temporada

Desde hace mucho tiempo, mis amigos no han dejado de recomendarme una serie de la que todo el mundo estaba hablando y que yo, sin embargo, no había visto. Me atreví con la mitad del episodio piloto hace un tiempo, pero el hecho de verlo en español no consiguió que me interesase mucho por la esperpénticamente famosa serie.

Y es que, en probablemente todos los casos (salvo las películas de animación), el doblaje destroza una gran parte del alma de series y películas. Y eso me pasó con Breaking Bad.

Este verano, y ante la noticia de que la serie tocaba ya a su fin, decidí embarcarme – de nuevo – en la aventura de ver esta producción de la AMC. En versión original. 

Y no me arrepiento nada.

Creador: Vince Gilligan
Género: Drama, Thriller
Reparto: Bryan Cranston, Anna Gunn, Aaron Paul, Dean Norris, Betsy Brandt, RJ Mitte
Duración: 5 temporadas (2008 - 2013)
País de Origen: EEUU


Breaking Bad, una expresión que proviene del sudoeste de los Estados Unidos, significa algo así como “salirse del buen camino” o “desafiar a la ley”. Por ello, no resulta para nada sorprendente que el protagonista de la misma, un profesor de instituto que imparte clases de química para un puñado de aburridos estudiantes, tras la noticia de que tiene un adenocarcinoma de células pequeñas en el pulmón cuyo pronóstico es bastante sombrío, decida dedicarse a la producción de metanfetaminas para asegurar así a su familia algo de dinero con el que subsistir cuando él ya no esté y para, ya de paso, pagarse el tratamiento de su enfermedad.

Para ello, y a escondidas de su mujer embarazada, su hijo enfermo y sus cuñados (cleptómana y trabajador de la DEA – Drug Enforcement Administration), Walter contacta con Jesse Pinkman (un ex alumno) para forjar un acuerdo con el que producir el más puro cristal que jamás ha salido al mercado de la droga en Albuquerque.


A pesar de que Walter sea el personaje principal por excelencia de la serie, en un primer momento lo que me parece que tiene verdadero gancho en esta historia de elementos químicos, enfermedad y dinero es el desternillante Jesse; ese hijo de pantalones anchos abandonado a su suerte por su más que obvio nexo con el mundo de las drogas, que tiene una forma extremadamente sinvergüenza y macarra de hablar, y que enamora al espectador desde el minuto número uno como ningún personaje de esta serie hace.

Sin embargo, y cuando uno cree que el alma de la fiesta es ese jovencito dopado con el ojo maquillado para ocultar un moratón, Walter sorprende como nadie se podría imaginar. Y es que, el soso profesor de química comienza a desinhibirse, a soltar esa rabia y frustración que durante toda su vida ha ido acumulando dentro de sí y que le había transformado en un ser apático, serio y poco simpático, hasta convertirse en el The Boss de todos los dramas televisivos del momento.


Con una oferta de personajes sorprendentes, una dramática historia bastante crítica hacia el sistema sanitario estadounidense y un ambiente de drogadicción que no deja de ser oscuramente graciosísimo, Breaking Bad triunfó con una temporada de escasos siete episodios que abrió las puertas a cuatro temporadas más a las que les han llovido nominaciones de todo tipo.

Claramente, seguiré viendo Breaking Bad.

Lo que MÁS me gusta: el dúo Walter – Jesse. Sobre todo Jesse y la grabación de su buzón de voz.

Lo que MENOS me gusta: no haber empezado a verla antes y tener que apresurarme si no quiero llegar tarde a la series finale de Septiembre.


Jerry

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