Desde hace mucho tiempo, mis
amigos no han dejado de recomendarme una serie de la que todo el mundo estaba
hablando y que yo, sin embargo, no había visto. Me atreví con la mitad del
episodio piloto hace un tiempo, pero el hecho de verlo en español no consiguió
que me interesase mucho por la esperpénticamente famosa serie.
Y es que, en
probablemente todos los casos (salvo las películas de animación), el doblaje destroza una gran parte
del alma de series y películas. Y eso me pasó con Breaking
Bad.
Este verano, y ante la noticia
de que la serie tocaba ya a su fin, decidí embarcarme – de nuevo – en la
aventura de ver esta producción de la AMC. En versión original.
Y no me
arrepiento nada.
●
Creador: Vince Gilligan
● Género: Drama,
Thriller
● Reparto: Bryan
Cranston, Anna Gunn, Aaron Paul, Dean Norris, Betsy Brandt, RJ Mitte
●
Duración: 5 temporadas (2008
- 2013)
●
País de Origen: EEUU
Breaking Bad, una expresión que proviene del sudoeste de los
Estados Unidos, significa algo así como “salirse del buen camino” o “desafiar a
la ley”. Por ello, no resulta para nada sorprendente que el protagonista de la
misma, un profesor de instituto que imparte clases de química para un puñado de
aburridos estudiantes, tras la noticia de que tiene un adenocarcinoma de células
pequeñas en el pulmón cuyo pronóstico es bastante sombrío, decida dedicarse a
la producción de metanfetaminas para asegurar así a su familia algo de dinero
con el que subsistir cuando él ya no esté y para, ya de paso, pagarse el tratamiento
de su enfermedad.
Para ello, y a escondidas de
su mujer embarazada, su hijo enfermo y sus cuñados (cleptómana y trabajador de
la DEA – Drug Enforcement Administration),
Walter contacta con Jesse Pinkman (un ex alumno) para forjar un acuerdo con
el que producir el más puro cristal que jamás ha salido al mercado de la droga en
Albuquerque.
A pesar de que Walter sea el
personaje principal por excelencia de la serie, en un primer momento lo que me
parece que tiene verdadero gancho en esta historia de elementos químicos, enfermedad y
dinero es el desternillante Jesse; ese hijo de pantalones anchos abandonado a
su suerte por su más que obvio nexo con el mundo de las drogas, que tiene una
forma extremadamente sinvergüenza y macarra de hablar, y que enamora al
espectador desde el minuto número uno como ningún personaje de esta serie hace.
Sin embargo, y cuando uno cree
que el alma de la fiesta es ese jovencito dopado con el ojo maquillado para
ocultar un moratón, Walter sorprende como nadie se podría imaginar. Y es que,
el soso profesor de química comienza a desinhibirse, a soltar esa rabia y
frustración que durante toda su vida ha ido acumulando dentro de sí y que le
había transformado en un ser apático, serio y poco simpático, hasta convertirse
en el The Boss de todos los dramas
televisivos del momento.
Con una oferta de personajes
sorprendentes, una dramática historia bastante crítica hacia el sistema sanitario
estadounidense y un ambiente de drogadicción que no deja de ser oscuramente
graciosísimo, Breaking Bad triunfó
con una temporada de escasos siete episodios que abrió las puertas a cuatro
temporadas más a las que les han llovido nominaciones de todo tipo.
Claramente, seguiré viendo Breaking Bad.
● Lo que MÁS me
gusta: el dúo Walter – Jesse. Sobre todo Jesse y la grabación de su buzón de voz.
● Lo que MENOS me
gusta: no haber empezado a verla antes y tener que apresurarme si no quiero
llegar tarde a la series finale de
Septiembre.
Jerry
cool
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