Martes Criticón: Cómo Entrenar A Tu Dragón

Así como Gru: Mi Villano Favorito fue el as en la manga para la productora Universal en el año 2010, el estudio que nació de la mano de Spielberg (Dreamworks) apostó fuerte por la adaptación de una serie de novelas británicas para niños llamadas Cómo Entrenar a Tu Dragón.

Con un título tan sumamente desafortunado (porque, admitámoslo, el título es de todo menos acertado… Se ve que la autora de las novelas tuvo dificultades parecidas a las que yo tuve a la hora de llamar al blog Malditas Críticas de Cine), en un primer momento esta mundialmente aclamada película de animación me pareció totalmente prescindible y, aferrándome a mi prejuicio de que con semejante nombre la película no podía ofrecer nada bueno, no la vi.

Gran error.

● Año: 2010

● Director: Chris Sanders, Dean DeBlois

● Cast: Gerard Butler, Jay Baruchel, Craig Ferguson, America Ferrera, Jonah Hill, Christopher Mintz-Plasse, T.J. Miller...

● Música: John Powell

● Nominaciones a los Óscar: Mejor Película de Animación (Nominada), Mejor Banda Sonora Original (Nominada)

● Duración: 98min

Cómo Entrenar a Tu Dragón tiene lugar en la isla de Berk, un lugar habitado por unos rudos vikingos que está en constante lucha con feroces hordas de dragones; unas criaturas que fascinan al hijo del jefe del poblado.

Este jovencito - llamado Hiccup – es un desastroso aspirante al entrenamiento de dragones que lo que más desea en el mundo es matar a alguno de esos lagartos alados. Sin embargo, cuando tiene ocasión de acabar con la vida de un temible y desconocido dragón, Hiccup se da cuenta de que no es capaz de hacerlo y, en su lugar, comenzará a aprender más acerca de los dragones para, eventualmente, intentar hacer ver a su pueblo que la convivencia con ellos es posible.

Partiendo de una premisa bastante común – y hasta vulgar – en la que el protagonismo recae sobre un prototípico adolescente simpático e incomprendido que tiene que soportar el peso del talento de su padre sobre sus inútiles hombros pero que, posteriormente, ascenderá a lo más alto, Cómo Entrenar a Tu Dragón, además de tener un título pésimo, tiene una historia totalmente corriente.

Sin embargo, que no nos engañen esos dos pequeños detalles. Para empezar, pese a lo común que pueda resultar la historia, la forma en la que se nos plantea es entretenidísima. No sólo el compaginar el entrenamiento personal del dragón desdentado con el que su poblado le impone para que aprenda a matarlos es brillante, sino que el hecho de que unos vikingos sean los protagonistas de esta historia es, por lo menos, peculiar.

Si además a esta cinta le añadimos un puñado de personajes encantadores, una manada de dragones acertadísima en la que cada reptil tiene su propio perfil perfectamente caracterizado, y una banda sonora soberbia que le valió una nominación a John Powell, entonces se podría decir que esta apuesta de Dreamworks tiene todos los ingredientes para ser considerada una gran película.

Y ahí no acaban los halagos. Cómo Entrenar a Tu Dragón es un filme del que podemos extraer una cantidad esperpéntica de enseñanzas. Empezando por el respeto por la naturaleza y culminando en esa brillante forma de plasmar el crecimiento ante la adversidad y la lucha por la superación, esta película de Dreamworks es uno de esos títulos que no pueden faltar en una filmoteca.

Os animo fervientemente a que la veáis.

●Te gustará si: esperas ver una corriente historia en un contexto totalmente innovador, con un planteamiento fascinante y unos personajes divertidísimos.

● No te gustará si: el tópico “marginado del poblado pasa a ser héroe porque encuentra una forma alternativa de lidiar con un ancestral problema” puede llegar a arruinarte una gran película en todos los demás aspectos.

Jerry