Recuerdo con mucha nostalgia
que, con aproximadamente diez años, grabé Jurassic
Park en una cinta de vídeo aprovechando que Televisión Española la emitía
en horario infantil. Sigo acordándome de la tensión que sentía cuando la cadena
saltaba a publicidad, momento en el que paraba rápidamente la grabación y me sumía en un estado de deliciosa ansiedad que sólo desaparecía cuando le daba de nuevo al botón rojo al comprobar que los anuncios se
terminaban. Qué tiempos aquellos.
Qué tiempos aquellos en los
que una película sobre un parque temático de dinosaurios me incitaba a pedirle
a mi madre que comprase unos cereales determinados para conseguir la cotizada garra de
velocirraptor que luego me llevaría al colegio para presumir delante de mis
amigos. Qué tiempos aquellos en los que especificaba a sus Majestades los Reyes
Magos que los dinosaurios de juguete que les pedía en la carta tenían que ser de la marca "JP", porque “todos los demás eran falsos”.
Qué tiempos.
● Año: 1993
●
Director:
Steven Spielberg
●
Cast:
Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum, Richard Attenborough, Bob Peck, Martin
Ferrero, B.D. Wong, Samuel L. Jackson, Wayne Knight, Ariana Richards, Joseph
Mazzello…
●
Música:
John Williams
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Efectos Visuales (Ganadora), Mejor
Sonido (Ganadora), Mejor Edición de Sonido (Ganadora).
●
Duración:
127min
Comenzando con una fantástica introducción
de sesenta minutos en la que acompañábamos a los protagonistas del
filme en su visita por los bastidores de un parque de ocio en el que los
científicos de InGen habían dado con una
fórmula para traer de vuelta a la vida a criaturas extintas hace millones de
años, Spielberg no hacía más que anticipar el tremendo desastre jurásico que
sentenciaría las cuestionables ambiciones del empresario John Hammond.
Y es que, como muy bien defendían los
tres invitados al parque, jugar así con la naturaleza puede ser peligroso: no
sólo porque los gigantescos reptiles desaparecieron de la faz de la Tierra por
pura selección natural, sino porque, por mucho que no se repare en gastos, la
vida se abre camino. Y así es: como cabía esperar, las criaturitas que
pretendían entretener a millones de curiosos terminan siendo unas mortíferas
armas de destrucción humana gobernadas por su instinto animal y su capacidad para
adaptarse a un mundo que claramente se les ha quedado pequeño.
A pesar de que el gran mérito
de este filme sea el arte con el que los responsables de los efectos especiales
supieron combinar – de forma totalmente novedosa – los por aquel entonces primerizos
efectos visuales con unos animatronics
que quitaban el aliento, para mí Jurassic
Park es una obra maestra por la nostalgia que me transmite y porque, para
bien o para mal, al ver a Timmy en pantalla me veo a mí mismo con diez años.
Sí, señores: yo tenía voz de pito, era pesado, pequeñito y – encima – me gustaban los dinosaurios. Hasta
mis padres no dejan de repetir lo muchísimo que ese mocoso les recuerda a mí cada
vez que ven la película. Pero, oye, eso para mí es un auténtico halago: no sólo porque
me estén comparando con un personaje que, por muy irritante que sea, termina
siendo encantador, sino porque eso demuestra lo bien que Spielberg supo llevar
a la gran pantalla a una generación de renacuajos que, paradójicamente, aún no
habían alcanzado ni esa edad, ni ese nivel de friquismo por algo tan muerto y pasado de moda como eran los dinosaurios.
Lo queramos o no, Jurassic Park marcó un antes y un
después en la infancia de miles de millones de niños y niñas. La fiebre
arqueológica que desató esta película fue tan espectacular que, de repente, ya
nadie quería ser futbolista o astronauta, sino paleontólogo. Los dinosaurios triunfaron
en taquilla y dejaron su huella en un público sediento por ver más material
basado en la genial idea de Michael Crichton, y, sin embargo, los posteriores
intentos por reavivar esta llama se vieron ciegamente acogidos por unos poco
exigentes críos y comprensiblemente repudiados por un público adulto que vio,
en las dos secuelas a esta obra de arte, un estrepitoso fracaso. Y eso me da miedo.
Desgraciadamente, ya he dejado de formar parte del público infantil. Ya no puedo volver al parque con el mismo entusiasmo con el que volví hace años. Yo visitaré Jurassic World como un adulto desencantado por la progresión de una saga que, paradójicamente, me mantuvo enamorado durante toda mi infancia.
Desgraciadamente, ya he dejado de formar parte del público infantil. Ya no puedo volver al parque con el mismo entusiasmo con el que volví hace años. Yo visitaré Jurassic World como un adulto desencantado por la progresión de una saga que, paradójicamente, me mantuvo enamorado durante toda mi infancia.
Maldita madurez.
●Te
gustará si:
quieres disfrutar de un filme familiar que lo tiene todo: aventuras, buena
banda sonora, grandes personajes, efectos especiales alucinantes y una acertada
reflexión sobre el respeto que se le tiene que tener a la naturaleza y al
planeta Tierra en general.
●
No te gustará si:
te dan miedo los dinosaurios. Porque sí: los de Spielberg parecen reales.
Jerry
Hola! La verdad es que es la única que me gusta de la saga! Bueno la segundo no me gustó así que la tercera ya ni la vi! Aunque la que estrenan hoy tiene buena pinta!
ResponderEliminarUn saludo!