Pues bueno, domingo por la
tarde y me hayo en casa sin hacer nada en concreto; mirando a las musarañas y
sin dejar de sonarme la nariz por el catarrazo
que tengo. Entonces, entre kleenex llenos de secreciones mucosas, subrayadores
seminuevos que no quieren pasar al estado de usados y un vaso sin agua pero con virutillas de ese antigripal que
la amabilísima farmacéutica me vendió el viernes, pienso que me apetece ir al
cine. Serán los mocos.
Y aunque el domingo sea “mi
día de cine”, últimamente ha dejado de serlo; el domingo pasado mis amigos y
amigas decidieron ir a ver Amanecer Parte
II y yo, con una mínima cordura restante en mi oxidado cerebro, me negué. Así
que tenía ganas de recuperar viejas costumbres.
Fui al cine. A ciegas.
● Año: 2012
●
Director:
Brian Klugman, Lee Sternthal
● Cast:
Bradley Cooper, Jeremy Irons, Olivia Wilde, Dennis Quaid, Zoe Saldana.
●
Música:
Marcelo Zarvos
●
Duración:
96min.
Homenajeando a esta película,
en la que los protagonistas leen y escriben novelas a una velocidad de infarto,
voy a escribir esta crítica solo una vez, sin comprobar lo que he escrito y a
una velocidad lo más rápida posible.
Normalmente doy una o dos
vueltas a mi trabajo para comprobar que la gente no pueda decirme “esa palabra es con “g”, pringado” y para
que mi padre no pueda coger el iPad y decir con tono burlón delante de un
público considerable ”Bueno, vamos a leer
MCDC” y dejarme en evidencia delante de hermanos, madre, amigos y… patos.
Pero hoy no es ese día (como
dijo Aragorn), así que vamos a convertirnos en escritores a los que la
inspiración les llega como una tormenta tan sumamente potente que ni Lapras podría
utilizar SURF y llegar a las Islas… ¿Canela? Ni idea de cómo se llamaban.
En fin, ¿qué decir de la
película? Pues que es un poco truñete
la verdad. Uno puede creer que va a ver un historia en la que un falsificador
va a tener que soportar las amenazas del escritor al que le robó la obra pero,
conforme la trama de la película avanza, el supuesto thriller que te esperas se convierte en una aburrida historia de
cómo un viejete bastante desgraciado
sólo quiere contarle su historia al cabronazo
que se la ha robado (sí, digo palabrotas. Hoy no hay censura). Ni moraleja, ni
perros llorando, ni arrepentiemientos, ni justicia.
Y así es. La película - de
cortísima duración - es un verdadero reto visual: Bradley Cooper no nos engaña
con sus ojitos azulones, Zoe Saldana sale más guapa que cuando era un bichejo
azul con cola reproductora, y Dennis Quaid… En fin Sr. Quaid, difícil es no
poder crear una tensión sexual eficaz con Olivia Wilde (la que, según un amigo
mío, tiene “cara de cocodrilo”). ¿Premio
al canto? Razzie con la cuenta, gracias.
No es tan aburrida como… ahora
no caigo.. eeeh…. ¿Underworld?, pero
claramente es un filme que no recordarás y que probablemente criticarás, a no
ser que te encuentres a tu profesora de Biología del colegio a la salida del
cine y te diga que a ella le ha gustado mucho aunque era un poquillo lenta, a
lo que tu contestas “Ya, sí… A mí también
me ha gustado pero, efectivamente era lenta”. Pero vamos a ver, ¿dónde iba
a salir Godzilla en esta película? A mí que me expliquen.
Pues eso, a lo mejor debería
haberme quedado en casa con mis mocos… De haber hecho eso, no me los habría
comido en el cine.
●Te
gustará si:
eres conformista.
●
No te gustará si:
no te andas con tonterías o si no te apetece comer… mocos.
Jerry
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